Una vez que hayáis decidido quién se va a encargar de inmortalizar vuestro día, seguramente os ofrezca la posibilidad de realizar las sesiones pre y post boda. ¿En qué consisten estas sesiones?

La preboda es una sesión de pareja que se hace antes de la boda y que puede ser solo de foto o también de vídeo. Es perfecta para “soltaros” y estar más relajados el día de la boda, ya que suele hacerse un par de meses antes. ¿Dónde? Pues en algún sitio que tenga que ver con vuestra historia (como el lugar donde os conocisteis) o en cualquier otro sitio como en la playa, el campo o donde más os apetezca.

Después de esta sesión podéis hacer un Slideshow, que no es más que un montaje que se hace con las fotos de la preboda, al que incluso podéis ponerle voz y/o música. O también podéis hacer un Story Love, que consiste en una entrevista en la que el videógrafo os va haciendo preguntas sobre cómo os conocisteis, qué es lo que más os gusta de la otra persona, etc. Este reportaje antes de la boda lo podéis utilizar para vosotros, pero también podéis usar las fotos para las invitaciones de boda o el libro de firmas o hacer uso del Slideshow o Story Love para sorprender a vuestros invitados, proyectándolo durante el banquete el día de la boda.

La postboda también consiste en una sesión de pareja, pero en este caso se realiza después de la boda (no conviene demorarla mucho). El día de la boda los fotógrafos tienen que capturar muchos momentos y personas, así que suele faltarles tiempo para hacer suficientes fotos de pareja. Por eso esta sesión es la ocasión perfecta para poder haceros todas las fotos sin la presión ni los nervios del gran día, sin prisas y disfrutando de vuestra pareja. Al igual que la preboda, podéis elegir el lugar donde queréis hacer estas fotos vestidos otra vez de novios y así disfrutar un poco más de los trajes.

Además, en esta sesión no hay que andar con tanto cuidado, no hace falta que estéis implecables porque todo es mucho más informal. Si lloviera en vuestro gran día, aunque seréis muy dichosos según dice el refrán, no por eso vais a dejar de tener una preciosas fotos de pareja. La postboda es la solución perfecta para las inclemencias del tiempo. Por otra parte, ese día podéis correr, saltar, montar a caballo, tiraros al suelo e incluso mojaros en el mar. Sin duda, una oportunidad única de tener unas fotos de pareja inolvidables.

Las fotos de vuestra boda se convertirán en uno de los mejores recuerdos de vuestro día. Por ello, escoger el fotógrafo es una de las decisiones más importantes que tendréis que tomar durante la organización de la boda. ¿Cómo acertar? Éstas son las claves según AFBE Asociación de Fotógrafos y Videógrafos de Bodas de España (AFBE):

1. Profesionales cualificados, que dispongan de los seguros correspondientes y garanticen sus servicios.
2. El estilo de las fotografías. ¿Queréis fotos posando o preferís imágenes más naturales y espontáneas?
3. Tipo de servicio, que cubra todo el día (desde los preparativos hasta la fiesta) y comprobad si ofertan sesiones pre y postboda.
4. Tratamiento de las fotografías. Lo ideal es que se parta de una foto en formato RAW (negativo digital), ya que tiene más calidad y flexibilidad que una foto en JPG.
5. El formato de las fotos. ¿Las queréis en CD, pendrive o impresas en un álbum? En el álbum tradicional las fotos se revelan en papel químico, normalmente en un tamaño de 30 x 20 cm, mientras que en el digital las fotos se imprimen directamente en las páginas, quedando como un libro y ofreciendo una mayor flexibilidad y creatividad en el montaje.
6. Cantidad de imágenes. Cualquier fotógrafo de gama alta debería superar las 500 fotos finales cubriendo el estándar: desde los preparativos de los novios, pasando por la ceremonia, la sesión nupcial, el banquete, el baile y todas esas ideas para detalles de boda. También es importante que averigüéis el tiempo que tardará el profesional en dároslas, si bien suele ser de un mes.
7. El presupuesto. Un profesional de la imagen, sea fotógrafo o videógrafo, cuesta algo más que uno que no lo sea, ya que su trabajo y resultado final marcan realmente la diferencia. Todo dependerá del presupuesto que tengáis, aunque como pista debéis saber que el precio habitual de contratar a un fotógrafo profesional es de 1500 euros.
8. Entrevistaros con los fotógrafos para conocer si están disponibles en la fecha elegida y el precio de sus servicios (incluyendo extras).
9. Conocer a los fotógrafos, pedidles muestras de sus fotografías o bodas completas, ya que es la única forma que tenéis de ver el estilo y la calidad de sus trabajos. Revisad los álbumes para ver si el estilo concuerda con lo que esperáis. Y después, preguntaros: ¿es alguien a quien quiero tener trabajando cerca el día de mi boda? Y muy importante: aseguraos de que tiene un trato agradable y de que os sentís cómodos en su presencia.
10. La elección final. Es importante que firméis un contrato en el que aparezcan detallados tanto la fecha del enlace como todos los servicios que os prestará y el importe final.

Y, sobre todo, acordaros de disfrutar al máximo del enlace, el objetivo de vuestro fotógrafo se encargará de capturarlo todo. ¡Confiad en él!